El poder del pensamiento.

04.11.2017

La visualización creativa, auto hipnosis, es una de las mejores herramientas que conozco para conseguir los objetivos que una persona quiere conseguir.

También es una de las formas más antiguas que existen en el planeta para ello. El poder de las imágenes.

Puede ser una sanación, algún problema que tengamos de salud o puede ser un temor.

También puede que queramos conseguir más cosas o simplemente mejorar como personas o conseguir alguna habilidad. Incluso para preparar una conferencia o presentarnos a alguien.

En mi caso he recurrido a ella en multitud de ocasiones y siempre con resultados favorables y a veces hasta se podría decir que cercanos a la magia.

¿Qué es la visualización mental?

"Es el pensamiento expresado en imágenes" sería una definición bastante acertada.

Parto de la base de si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo.

Sabemos que existen dos clases de pensamientos utilizados por el ser humano:

Lógico es el utilizado en nuestras relaciones diarias con el entorno, con lo que llamamos la realidad objetiva.

Ilógico es el que utilizamos para ponernos en contacto con nuestra realidad subjetiva interior.

Vemos claramente que la visualización mental es una clase de pensamiento ilógico al igual que la intuición.

El rasgo más característico de la visualización mental es que puede ir acompañado de cambios fisiológicos, efectos físicos beneficiosos que no serían tan sorprendentes si nos acostumbrásemos a considerar los aspectos mentales y los aspectos físicos como las dos caras de un espejo al que llamamos cuerpo.

Todo comenzó, mi interés por el estudio de la mente y de la hipnosis, ya que desde muy pequeño, sabia, en mi interior, no porque lo hubiese estudiado, era muy pequeño para eso, pero tenía la certeza que la mente era la mejor arma que existe y todos tenemos ese arma y ese poder.

Un poder que va más alla de todo lo imaginable. Un poder oculto que esta "escondido a la vista" y del cual muy pocos conocen, aunque escuchen sobre ello y menos utilicen.

Con el pasar de los años vas tomando conciencia de la vida y de lo que en ella ocurre y te vas dando cuenta de personas que conoces, por ejemplo de la familia, las cuales enferman por una enfermedad llamada cáncer, que se los "va comiendo" poco a poco hasta acabar con ellos.

Por desgracia en mi familia la mayoría de las muertes han ocurrido por ella o por motivos relacionados con la misma.

Ver como las personas van dejando poco a poco la vida. Vida que se les va escapando hasta irse del todo.

Lo último fue el Alzheimer de mi padre y los ictus cerebrales que le fueron atacando en los últimos años de su vida.

Cierto es que los recuerdos son la vida de una persona. Conocer su pasado para saber quién es en realidad.

Lo peor que le puede pasar a una persona es no saber quién es, quienes son sus seres queridos, no reconocer nada. No saber tan siquiera quien es el, como se llama, quien es esa persona que le habla y le pregunta que no es otra persona que su hijo. Yo.

La mente es poderosa, pero al igual que todo lo que esta vivo se tiene que cuidar. Al igual que el jardín necesita cuidados y agua la mente necesita de un buen uso, de una mentalidad positiva, de saber lo que se quiere y no lo que no se quiere.

En mis conferencias siempre digo que la mente es una brújula. Una brújula interior que nos llevara hacia aquello que deseamos y no al contrario.

Si una mujer piensa en que no quiere un cierto tipo de hombres ya que la maltratan, lo pasa mal y al final siempre acaba sufriendo y separándose, la idea no es decirle a tu mente, ese dialogo interno que todos tenemos y que es muy sabio, yo no quiero ese tipo de hombres ya que el "NO" no existe y al llegar a nuestra mente ella entenderá, "quiero a ese tipo de hombres" por lo que la vida, nuestra mente, nos volverá a traer aquello que precisamente queremos evitar.

Llegados a este punto me gustaría que hiciésemos un ejercicio. Un pequeño ejercicio que nos llevara al entendimiento de esa afirmación que antes he comentado de que el NO no existe.

Bien. Vamos a ponernos cómodos y a cerrar los ojos.

Imaginemos que a usted le gusta la playa.

Le voy a pedir que se vea en la playa, un dia soleado y tranquilo, junto a su pareja. Es un dia realmente espectacular. El mar esta precioso y no hace viento. Solo una pequeña brisa que le acompaña y le hace sentir estupendamente. Está como en el paraíso...

Hágalo. Piense, viva y sienta que se ve "realmente" en su mente... y se verá. Disfrute de la imagen.

Ahora quiero que cierre los ojos y que NO SE VEA en la playa, un dia soleado y tranquilo, junto a su pareja. Que no se vea en ese dia realmente espectacular. Que no vea ese mar precioso y no hace viento. Que no sienta la pequeña brisa que le acompaña y le hace sentir estupendamente. Está como en el paraíso...

Como verá sigue usted contemplándose en la playa.

Usted puede verse haciendo algo. Pero no puede verse NO HACIENDO ALGO.

Valga este pequeño ejercicio para comprender el poder del no al cual volveremos más adelante.

Lo que quiero dar a conocer es el poder de las palabras y el poder de la imagen. Lo que yo llamo la gramática transformacional y la visualización creativa. De la gramática transformacional y de cómo hablarnos ya he escrito en otros post de este diario.

Valga estas líneas como introducción ya que veremos en el siguiente post no solo la visualización creativa, también veremos la visualización curativa y como realizarla de forma efectiva.


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